Por sus frutos

Reseña biográfica del P. Eduardo Laforet escrita por su hermano Javier.

Miércoles, trece de mayo de 1981. En Roma, Juan Pablo II cruza en su vehículo oficial la plaza de San Pedro, cerca del Portón de Bronce, rodeado de medio millón de personas. Son las cinco y media de la tarde. Cuando se inclina para acariciar a una niña suenan tres disparos, y el Papa cae abatido y sangrando. Se le traslada con la máxima urgencia, en medio de una gran confu­sión, y es ingresado, consciente, en el Policlínico Gemelli, de Roma. Su estado parece muy grave y se teme por su vida. El autor de los disparos, un joven terrorista turco de veintitrés años, es detenido. La noticia se difunde rápidamente por todo el mundo.

Caía la tarde. La Residencia de los Cruzados de Santa María en Pamplona estaba silenciosa y en penumbra. La noticia del atenta­do contra Juan Pablo II había causado gran turbación. El Mayor[1] de los cruzados en Pamplona salía de su despacho cuando se encontró a Eduardo que venía a buscarle; en el tramo del pasillo entre su despacho y el rellano de la capilla, Eduardo le pidió per­miso para ofrecer su vida a cambio de la del Papa. El Mayor le autorizó a ello. Eduardo marchó a la capilla y el Mayor al despa­cho. Eduardo, a solas frente al Sagrario, ofreció a Dios su vida, pequeña y aparentemente inútil, para que el Papa pudiera seguir viviendo. Tenía veintitrés años. Y Dios aceptó su ofrecimiento.

Ése fue el momento crucial de la vida del Padre Eduardo Laforet, sacerdote de los Cruzados de Santa María. Y ésta es la historia del antes y el después de ese momento. Un antes de bús­queda, generosidad y años de formación, en los que Eduardo tra­baja, estudia, se esfuerza, lucha y sigue adelante en su enorme deseo de hacer la voluntad de Dios; un después en el que Dios toma radicalmente las riendas de su vida en un proceso acelera­do de purificación e identificación con Jesucristo. Una vida en la que el esfuerzo de la voluntad deja paso a la confianza, la debi­lidad a la aceptación y el sufrimiento a la oblación.

Esta es la historia de un hombre profundamente enamorado de Dios.

Este libro se puede obtener  a través de nuestra página de contacto.

[1]  Mayor o Hermano mayor – Recibe este nombre el que hace de Responsable de los cruzados en la casa o ciudad donde viven.

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  • Ordenación
    Ordenación

    Eduardo Laforet fue ordenado sacerdote en Madrid el 25 de marzo de 1984.

    Fallecimiento
    Fallecimiento

    El 23 de noviembre de 1984 fallece en Madrid.

    Bujedo
    Bujedo

    En unas convivencias con los Cruzados de Santa María en Bujedo (Burgos).

    Ordenación sacerdotal
    Ordenación sacerdotal

    Revistiéndose de sacerdote el día de su ordenación, 25 marzo de 1984.

    Junio de 1984
    Junio de 1984

    En junio de 1984 es operado para hacerle un trasplante de médula.