La santidad no es el fruto de vidas colmadas de muchos años. Como nos decía san Juan Pablo II: Jóvenes: no tengáis miedo de ser santos. Aquí encontrarás testigos sub-27, es decir, un ramillete de semblanzas de jóvenes menores de 27 años (la edad con la que falleció el P. Eduardo), que ya son santos o murieron con fama de santidad.